sábado, 16 de mayo de 2009

LOS CANIS, ESOS GRANDES DESCONOCIDOS

Dícese del individuo o personaje que puebla las calles españolas, acompañado de su churri, denominada Jenny o Vane; sobre todo en las ciudades del sur, para pegarle a antisociales con rasgos de conejo enfermo. Su comportamiento puede resumirse con la máxima: "Rompe todo lo que no comprendas". Científicos creen que es el eslabón perdido entre las amebas y el homo sapiens sapiens, lo que se sabe es que es el pariente andaluz y rapero del bakala clásico o ibérico. Intentaremos describirlo en este artículo

Primero estudiaremos la anatomía cani. Sus funciones fisiológicas parecen ser análogas a las del resto de la población, exceptuando la de fumar
hachís. En esto nos extenderemos más adelante.
Entre sus características más importantes y comunes destacan:
Gorra comprada en los
chinos de su barrio. De día, de noche, con lluvia, con sol, es indiferente. Creemos que esto se debe a una conducta adaptativa-social, que le ha hecho depender de la prenda ya que los rayos gamma del sol destruyen el tejido epitelial de su rostro y cabeza. Últimamente se llevan mucho las gorras con llamas o tribales. Para desempeñar su función correctamente, debe ser colocada como si de una peineta de folclórica se tratase, cuanto más levantada se encuentre la visera de la gorra, mayor es el grado de malotidad del susodicho. Otra teoría de la gorra, es que la llevan a una inclinación de 90º para poder sintonizar el canal satélite pirata.
Pelado cenicero. El formato del pelo estándar para todas las especies de canis conocidas es el pelado cenicero. Otras variantes pueden ser el pelo imitando a las bandas negras de
EEUU de los 80, pero no está tan extendido. Da igual que el tío sea rubio y se le vean hasta las ideas, es un patrón de conducta estándar. Puede verse complementado por dibujos en el pelo como el símbolo del dólar, rallas, o su nombre. Triste pero cierto.En los últimos años se puede apreciar un cambio en esa estética de "pelao neofascista". Ahora se dejan crecer el pelo del cogote mientras recortan lo demás y se hacen mechas de color rubio piolín, quedándoseles así una apariencia tipo "heroinómano fan de McGyver". Vamos, como si una cabra se les hubiese comido el pelo cuando estaban durmiendo la mona en una cuneta. Por el contrario, si nos centramos en el caso de las féminas, suelen llevar el pelo engominado y generalmente rizado teñido de rubio pollo o negro alquitrán.
El chándal. A no ser que estén "arreglaítos", el uniforme reglamentario es este. Funcional para que no se noten los chinazos. La marca recomendada es
Nike, pero pueden verse otros tipos. Se puede llegar a admitir ropa no-chándal, pero con unas condiciones: Ésta debe ser de colores chillones y/o con estampados de dragones o cosas similares. Ejemplo de vestimenta no-chándal común son unos pantalones blanco metalizado con una raya azul chillón en el lateral, y un dragón verde y rojo estampado en los bajos. Lo más importante en la vestimenta (y en el cani en general), es que sea hortera.

Los oros. Uno de los puntos débiles de los canis es la convergencia genética de su especie con las urracas. En especial, su aprecio a los metales brillantes, como el cromo o el
oro. Mientras más grande y reluciente sea el oro, más es posible que le guste a un cani, especialmente si tiene la cara de Camarón impresa en él. En especial argollas de acero quirúrgico bastante anchas que hacen a la oreja su póstuma existencia se alargue. También tatuajes, destacando tribales (que no significan absolutamente nada), perros de presa y cualquier cosa exaltando el dinero o la violencia. Excepcionalmente, cadenas, aunque se han cesado en favor de los raperos.

Zapatillas de muelles. Antes con calzado deportivo bastaba, pero Nike ha sacado al mercado un nuevo concepto en moda juvenil: Los zapatos de muelles. No, no son turborreactores ni sirven para volar, es, sencillamente, el paradigma de lo hortera; la única persona capaz de llevarlas sin perder la dignidad es House. Hay varias formas de adquirirlo:
Robándoselos a cualquier ciudadano de a pie, no cani, que los tenga por que se llevan a la moda, normalmente
pijos de entre 15 y 17 años que quieren ser canis pero no pueden.
Comprándolos en mercadillos regulados por la policía local de las respectivas ciudades, donde se organizan y se venden CDs piratas. En dichos mercadillos, si vemos a un ciudadano marroquí con una bolsa enorme, podemos comprarle unos muelles a buen precio.
En
Ceuta o su defecto Melilla pueden adquirirse unos muelles a buen precio de dudosa procedencia y consistencia.
El traje de fiesta. Cuando salen de
parranda, los canis no se pueden poner chándal, ya que en sus queridísimas discotecas no les dejarían entrar. En estos casos, se visten de la siguiente manera:
Camiseta apretada, en la que ponga 'Alcatraz', 'Narcotraficante', 'Subnormal Integral' 'FBI', etc.
Unos pantalones vaqueros, a ser posible de campana, con unas "desgastaciones" que parece que sean chorros de azufre.
Una indispensable riñonera, para guardar cualquier cosa, estupefaciente o no.
Chaqueta de pana forrada con lana sintética.
Las ya clásicas zapatillas de muelles.
El traje de gala. Hay raras e inusitadas ocasiones en la vida de un cani en las que debe despojarse de su estética habitual con sus variaciones y colocarse una prenda con la que, intentando parecer elegante, siga poniendo de manifiesto que es un cani. Tales ocasiones son la boda de su "
colega", el bautizo de la hija de una Jenny amiga, diversas fiestas populares o la comparecencia judicial por apalear pijos, gente normal o por tráfico de estupefacientes. En estas ocasiones se tiende a escoger la evolución normal del chándal blanco: el traje blanco, con zapatos negros (o en la variante moderna, el traje negro con zapatos blancos). Nunca jamás, se llevará corbata, y el cuello de la camisa, de color metalizado y chillón, debe quedar siempre por encima de las solapas de la chaqueta cani, para quedar claro su estatus de camello narco colombiano bien posicionado. A ser posible se aderezará el conjunto con unas gafas pastilleras de colorines y cara de recién multado por tráfico (cosa que a un cani nunca le ocurre, pues posee con cualquier policía una repulsión electromagnética altamente potente). Es indispensable asimismo una novia Jenny debidamente ataviada para la ocasión, que se sentirá irresistiblemente atraída por su hombre en tales ocasiones.En la vestimenta de las Jenny destacamos su uso incondicional de mallas negras con una falda vaquera, o por el contrario piratas con mallas debajo ¿? aunque haya 40º. La camiseta más adecuada es una verde o negra de lunares.

Maquillaje. Dicho estilo, puede verse con más claridad en las caras de las Jenny en las que se puede apreciar cuarenta toneladas de maquillaje y sobre todo rímel, ralla del ojo a lo Tutankamon, y sombra negra. Las cejas muy depiladas para que haya espacio para más maquillaje.



Seguiremos describiéndolos en próximas entregas...

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